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marzo 09, 2011

¿Humanos?

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De pequeña, en la escuela, me enseñaron que los humanos éramos animales racionales, con una capacidad de raciocinio inexistente en el resto de las especies. Aunque somos una especie con una extensísima cultura extrasomática, aún estamos lejos de ser tan diferentes del resto de homínidos como actualmente suponemos.

Según apuntan algunos psicólogos cognitivos, no somos racionales, sino seres racionalizadores. En general, nos guiamos por nuestras emociones y sólo posteriormente hacemos uso de la lógica para argumentar nuestras decisiones. Buena parte del comportamiento humano está condicionado por la cultura extrasomática, pero es indudable que otra buena parte está condicionada por nuestros genes.

Eudald Carbonell, en una entrevista que publica Sinapsis, afirma:
Somos primates poco humanizados. Aún no somos humanos. Para serlo,necesitamos liberarnos del comportamiento primate más elemental y desarrollar una forma de comportamiento inteligente en el que la cooperación y la distribución de los recursos estén por encima del individualismo.

No es de extrañar, pues, que sin una buena educación básica que reprima nuestros instintos (básicos y no tanto) la violencia doméstica aún no se haya erradicado y que las guerras no sean cosa del pasado lejano, sino del presente más repugnante, incluso entre personas a las que les presuponemos cultura.

En la línea de lo expuesto por Hawking y Carbonell, la única esperanza para el futuro de nuestra especie es que realmente sea racional. Para ello, debería cortar con parte de nuestra herencia evolutiva, mediante la ingeniería genética. Esta herencia nos ha permitido sobrevivir a los peligros de las selvas, pero (al menos en parte) no parece apropiada para la sociedad globalizada de creciente diversidad y complejidad en la que vivimos. Y la selva nuclear no se antoja un hábitat agradable.

O quizás todo se trate apostar seriamente por una educación integral y pública.


Nosotros somos seres racionales, de los que toman las raciones en los bares... S.T.


Nuestras necesidades básicas, aun son las mismas de un animal... K.P.





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