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agosto 31, 2010

Angustioso final


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La carencia de paciencia se interpone con el equilibrio de mi alma y mi cuerpo.

La invasión del desespero gobierna mi voluntad y la decisión de exterminio no se quebrantara  con las imágenes absurdas de un  par de recuerdos rosas cubiertos de agua fresca y leches crudas en sal.

Las cruzadas del viejo mundo, las muertes de tus antepasados, la sangre verde de los que vivieron en un mundo natural se han secado en este espacio gris de metal.

Los amaneceres se han vuelto corrosivos angustiosos y decrepitos.

La idea de sobrevivir es claramente nula.

agosto 18, 2010

Extraordinaria actividad biologica


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Una diminuta criatura octópoda que puede suspender toda su actividad biológica en ambientes extremos, ha sobrevivido a un viaje al espacio que habría matado instantáneamente a cualquier humano y a la mayoría de las formas de vida conocidas.

En las primeras pruebas de esta clase que se realizan, los investigadores expusieron a estas resistentes y segmentadas criaturas - llamadas “osos de agua” – al severo vacío del espacio abierto, con todas sus mortíferas radiaciones, sobre una nave espacial ubicada en órbita baja terrestre. Muchos de ellos sobrevivieron.

Los osos de agua, conocidos formalmente como tardígrados, poseen una habilidad similar a la de los camarones de la salmuera (también conocidos como Sea Monkeys), criaturas bien conocidas por muchos niños gracias a su habilidad para volver a la vida tras ser enviadas a domicilio por correo postal. Los tardígrados son unos seres del tamaño de una mota de polvo – menos de 1,5 mm de largo. Viven sobre líquenes y musgos húmedos, pero cuando su ambiente se seca, simplemente esperan el regreso del agua. También resisten al calor, al frío y a la radiación.

Lo que más sorprende a los científicos es su resistencia a la radiación.

Los tardígrados espaciales, viajaron a bordo de la nave FOTON-M3 (lanzada al espacio por la ESA en septiembre del 2007) desde donde se les expuso al espacio abierto. A su retorno a la Tierra, fueron examinados por los científicos.

Lo que descubrieron fue que la mayoría de ellos sobrevivió a la exposición al vacío y a los rayos cósmicos, y que algunos de ellos incluso llegaron a sobrevivir a la exposición a niveles mortales de radiación solar UV (ultravioleta) 1.000 veces más altos que los que llegan a la superficie de la Tierra.

Los supervivientes “pudieron reproducirse sin problemas tras su viaje al espacio”, según una nota de prensa emitida ayer por Cell Press, la revista que ha publicado los resultados del experimento.

“¿Cómo pudieron reproducirse los tardígrados que regresaron del espacio? Es algo que sigue siendo un misterio”, escriben los investigadores.

Cuando los deshidratados osos de agua entran en el estado latente en el que su cuerpo se contrae y el metabolismo cesa, estas criaturas son capaces de mantener su estructura celular intacta hasta que vuelve a haber agua disponible y se reactivan.

Los rayos UV constan de partículas de luz altamente energéticas que provocan daños severos en los tejidos vivos, lo cual resulta evidente cuando uno se quema tomando el sol. Pero aún es peor, estos rayos pueden dañar así mismo el material genético de las células, provocando cáncer de piel por ejemplo. Se cree también que la radiación en el espacio abierto es esterilizante.

El trabajo ha sido liderado por K. Ingemar Jonsson de la Universidad Kristianstad en Suecia.

Jonsson sospecha que incluso los osos de agua que pasaron la prueba espacial sin problemas podrían haber en realidad haber sufrido daños en su ADN, pero que de algún modo estos animales lograron repararlo. Descubrir como lo han hecho sería de gran ayuda para la medicina.

“Uno de los problemas con las terapias de radiación empleadas hoy en día para tratar el cáncer, es que estas dañan también a las células sanas”, comentó Jonsson. “Si pudiéramos documentar y demostrar que existen moléculas especiales involucradas en la reparación de los daños del ADN de algunos animales multicelulares como los tardígrados, tal vez fuésemos capaces de avanzar en el desarrollo de nuevas terapias con radiación”.



agosto 13, 2010

Al parecer partiré

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La calle de piedras oscuras, las esquinas rodeadas de soledad, los arboles fingiéndose muertos están y la penumbra de la noche carcajeándose de mi ridículo andar, de mi va y ven sin parar.

Hasta el musgo de esa pared húmeda tiene compañía, hasta la hormiga que cruza la sombra de un ocre sócalo tiene paz, hasta el oxido del balcón de la panadería tiene compañía.

Las telas de mi disfraz vislumbran mis quemadas tristezas, pero bajo el retazo esta el pantano hediondo de mis pecados mas los tuyos multiplicados, los tuyos y los míos fornicando en la cama de mi angustia.

Y se vuelve tan larga la noche, son las once con cuarenta, los bohemios han faltado a la cita donde decapitamos el día que esta acabando; ¿Que mas da? sin compañía decapitare el día que me ha dejado mas azúcar que sal, lo hare terminar.

Y si amanezco sola, en esta calle de agrio sabor, cruzare la  cuadra y no vuelva a pisar esta manzana.