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octubre 26, 2010

A mis queridos veintitrés


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Estaba triste, queriendo salir del mundo que me agobiaba, no podía respirar aire sano, aire de libertad, mucho menos aire de felicidad. Todo se veía gris. Llegue a mis veintitrés sin nada nuevo, no tan sola, pero sola en mi interior, con mi alma única sin conexión a la vida azul.

Comencé a querer ser mejor, y así lo hice, poco difícil a decir verdad, era mas voluntad que esfuerzo. Al inicio unas llamadas de afuera no me venían nada mal, pero solo fue al inicio. Navidad?  Navidad dos que tres, solo que a buena mitad una cosquilla fugaz, quería dejarme llevar, quería explorar la vida desde una mente mas practica, sin complicaciones con mi alma, y estuve a punto de... sin embargo no fue, no podía cambiar mi esencia, no podía cambiar lo que soy, era obvio que cambiar mi esencia por la comodidad de mi mente al no tener que pensar antes de actuar me alejaba de mi personalidad, de mi esencia como ser humano, como ser pensante. No quería ser presa de aventuras ni de sonares pasajeros, de dulces de fechas pomposas... no fue y fui feliz al no dejar que fuera. Y se fue la tentación a su cesta del comedor.

Seguí yo sola, y pueda que mas sola, pues por mi ego perdí mucho y también poco. Cambie de escenario para dormir... Me quede sola, esta vez mas sola, sin nadie y fue entonces cuando la magia alucinatoria y poco sublime comenzó a embargar mis sentidos... aprendí a disfrutar  verme al espejo llorando , cenar a solas, hablar con el aire, bailar con los objetos, a quemar los huevos sin escuchar ni un tan solo reclamo, y discutir con mi "yo" insistente de buscar felicidad,  descubrí que no necesitaba tela para reposar. Aprendí a cuidarme, a soportarme, a valorarme.

Me gusto mucho el confort engañoso y persuasivo que me brindo la soledad.

Estaba sola, y decidía por mi misma,,, en una noche de coraje y devoción por mi juventud marque mi cuerpo, como desde los trece lo deseaba, imágenes precisas y no tan exactas, tal vez lo hice para recordarme que aun soy yo, que a pesar de las dificultades y que sin importar las cicatrices de la vida, aun puedo ponerle color, fragancia, y textura nueva a mi piel.

Aprendí que diciendo "no" y diciendo "si", era libre aun porque era mi decisión... Actuar y no actuar es mi libertad.

Recibí cosas que nunca había recibido y fui feliz .

Mis veintitrés llenos de orgullo y dignidad ante malditos seres que una vez se cruzaron en mi andar. Mis veintitrés llenos de aventuras, aunque muchas esperan aun ser. Mis veintitrés llenos de abrazos, cariño, fiestas, goces, amor, intimidad, creación, destrucción. Mis veintitrés llenos de vida con alas de muerte, irrigados de humo verde que floto en el ambiente, experiencias nuevas, libres pero muy conscientes. Mis veintitrés fueron el camino de ideas desenfrenadas por amar y ser amada. Ya se van estos veintitrés, con melancolía los recordare cuando en mi vejez de treinta años este.

Buenos o malos, son mis veintitrés.

Dejaran de ser mi presente para volverse mi ayer.

Y en mis veinticuatro seguiré intentando feliz ser.