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septiembre 29, 2010

Bajo mi cama (anécdota)

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 Para el año 1995 tenia yo apenas 9 años. Acababa de terminar el año escolar, eran esos días de dormir hasta tarde. Mis padres trabajaban, así que me quedaba sola en casa, algo que beneficiaba en gran manera mis planes con mis amigos del barrio.

Una de esas mañanas de clima fresco y sabanas envolventes, un extraño ruido me despertó sutilmente, era un ruido suave pero constante. Ya estando despierta, pero siempre en la cama, fije toda mi atención al extraño ruido y por instinto y lógica deduje que el ruido provenía de debajo de mi cama.

Para describir lo que escuche, puedo hacer una fiel comparación del ruido que produce el aire de un ventilador a una bolsa de plástico vacía a menos de un metro de distancia.

El ruido iba y venia por momentos al igual que mis escalofríos, tenia un miedo atroz. Tanto procedió a dominarme ese miedo que, cerré mis ojos con fuerza para no tener que ver ese espanto monstruoso que producía el ruido extraño bajo mi cama.

Siempre envuelta en mis sabanas, pero ya con las almohadas cubriendo mi cuerpo, analice las palabras de mi adorada madre (los fantasmas no existen y Freddy  Krueger es un actor de cine al que le ponen quesillo derretido en salsa de tomate en la cara). Entonces me dije a mi misma: bajo de mi cama hay una bolsa plástica atorada y el aire del ventilador la mueve y produce ese ruido; y me creí mi versión de niña valiente, abrí los ojos, me quite las almohadas de encima y me desarrope lentamente, me acerque a la orilla de mi cama, siempre acostada, solo deje que mi cabeza, cuello y parte de mi pecho se inclinaran hacia el piso, sujetándome fuertemente de la orilla de mi colchón de 19 cm de grosor, enfoque mi mirada a la penumbra que yacía bajo mi cama, observe atónita a todos los extremos y no había nada, absolutamente nada que causara ese extraño ruido que para ese momento ya me tenia mas temblorosa que el peor frió que he soportado. Me dije entonces: un momento! si apago el ventilador, dejare de escuchar ese ruido, pues no habrá que lo produzca. Así que me senté en mi cama (en la posición mas sencilla de hacer yoga) y planee mi salto al piso para apagar el ventilador y luego otro salto para caer a mi cama nuevamente; y así fue salte, apague el ventilador, salte de nuevo a mi cama y me senté abrazando una almohada. En cuestión de segundos volví a escuchar ese ruido extraño, ya mis ojos comenzaban a lagrimar sin que yo pudiera parar, sentí que mis pupilas se dilataban, mi mente no hacia mas que dibujarme al posible monstruo o espanto que me tenia atrapada en el espacio de mi cama.

Ya no tenia mas respuestas lógicas para hacer desaparecer mi miedo, estuve ahí sentada escuchando ese ruido extraño. No tenia mas alternativa que saltar de mi cama y salir corriendo hacia afuera... Y eso hice, salí como loca, sin importarme lo que traía puesto, fui corriendo a la casa de mis vecinos a contarles que bajo mi cama había un monstruo que hacia un ruido extraño. Nadie me creyó en esa casa, pero ahí me quede, no volví a entrar a mi casa hasta que mama llego... Revisaron cada rincón de la casa y no encontraron nada que pudiera hacer ese ruido del que yo no paraba de hablar.

¿Como lo supere? ¿Como pude volver a dormir en esa cama?...............Bueno...mi amiga Patty, se quedo durmiendo conmigo por varias semanas... Pero nunca, nunca supe que causaba ese ruido que salia debajo de mi cama.

Pudo haber sido cualquier cosa de este plano, o del otro.

Ya nunca podre saber lo que ocurrió realmente, solo se que aun mis pupilas se dilatan cuando recuerdo esa experiencia inconclusa.

2 comentarios:

bnazar_17 dijo...

Wow........ SOs toda una escritora profesional!! Segui asi y tu apellido sera Coelho

Humberto Velasquez dijo...

Un Ratón eso era. a mi me paso y casi me salta en la cara el desgraciado. jajajajajajaja.